miércoles, 18 de junio de 2014

FUNDAMENTOS LITERARIOS DE LA CULTURA GRIEGA

Grecia tiene una destacable, rica y fuerte tradición literaria que abarca unos 2.800 años y a través de varias épocas. La época clásica es la que más comúnmente se relaciona con la literatura griega, que comienza en el 800 a. C. y mantiene su influencia durante el periodo bizantino, no obstante la influencia del Cristianismo comenzó a engendrar un nuevo desarrollo de la palabra escrita. Muchos elementos de la antigua tradición milenaria están reflejados en la moderna literatura griega, incluyendo a las obras de los laureados con el Nobel, Odysseas Elytis y George Seferis.

Las primeras obras de la tradición literaria occidental son los poemas épicos de Homero y Hesíodo. La primera poesía lírica, la representada por poetas como Safo y Píndaro, fue la responsable de la definición del género lírico como es entendida en la actualidad en la literatura occidental. Esopo escribió sus Fábulas en el siglo VI a. C. Estas innovaciones tuvieron una profunda influencia no solo en los poetas romanos, como Virgilio en su poema épico de la fundación de Roma, la Eneida, sino que se extendió a través de toda Europa.

En la Grecia clásica se establece el nacimiento del teatro tal y como lo entendemos. Esquilo introdujo las ideas de diálogo y dramatizando las relaciones de los personajes y al hacerlo, inventó el "drama": su Orestíada trilogía de obras es considerada la cima de su carrera. Otros grandes dramaturgos fueron Sófocles y Eurípides. Aristófanes, un escritor de comedias, definió y desarrolló el concepto de comedia como forma teatral.

Heródoto y Tucídides son considerados los pioneros del moderno estudio de la historia en el campo de la búsqueda filosófica, literaria, y científica. Polibio fue el primero en introducir en su estudio el concepto de militar.

La filosofía introdujo literatura con los diálogos de Platón, mientras que su discípulo Aristóteles, en su obra Poética, formuló el primer criterio del criticismo literario. Ambas figuras literarias, en el contexto de las contribuciones de la filosofía griega en las épocas clásica y helenística, dieron nacimiento al concepto de ciencia política, el estudio de la evolución política y la crítica de los sistemas de gobierno.

1.- POEMAS HOMÉRICOS
Son los poemas atribuidos a Homero. La crítica ha ido revisando la autoría de cada uno de ellos, llegando a diferentes conclusiones, tanto sobre la imposibilidad de que todos ellos fueran obra del mismo poeta (incluso de que cada uno de ellos por separado sea obra de un solo autor) como la imposibilidad de que pertenezcan a una misma época (anterior o posterior al siglo VIII antes de Cristo). Estas cuestiones siguen siendo polémicas, al igual que sigue siendo debatida la propia historicidad del personaje (cuestión homérica).

LA ILÍADA
La Ilíada (en griego antiguo λιάς: Iliás; en griego moderno Ιλιάδα: Iliáda) es una epopeya griega y el poema más antiguo escrito de la literatura occidental. Se atribuye tradicionalmente a Homero. Compuesta en hexámetros dactílicos, consta de 15.693 versos (divididos por los editores, ya en la antigüedad, en 24 cantos o rapsodias) y su trama radica en la cólera de Aquiles (μνις, mênis).1 Narra los acontecimientos ocurridos durante 51 días en el décimo y último año de la guerra de Troya. El título de la obra deriva del nombre griego de Troya, Ιlión.

Tanto la Ilíada como la Odisea fueron consideradas por los griegos de la época clásica y por las generaciones posteriores como las composiciones más importantes en la literatura de la Antigua Grecia y fueron utilizadas como fundamentos de la pedagogía griega. Ambas forman parte de una serie más amplia de poemas épicos de diferentes autores y extensiones denominado ciclo troyano; sin embargo, de los otros poemas, únicamente han sobrevivido fragmentos. Fue muy famosa en su época y es obligatorio estudiarla en Grecia.

DATACIÓN Y AUTORÍA
La fecha de su composición es controvertida: la opinión mayoritaria la sitúa en la segunda mitad del siglo VIII a. C., pero hay algunos estudiosos que pretenden situarla en el siglo VI a. C., mientras otros defienden que hay algunas partes del poema que deben ser muy anteriores, como el catálogo de naves del canto II.

Por otro lado, la mayoría de la crítica opina que el canto X, denominado Dolonia, es una interpolación tardía, puesto que no parece tener conexión con el resto del poema ni hay en este canto referencias a sucesos narrados en el resto del poema. Algunos estudiosos, en cambio, defienden su autenticidad.

Tanto la Ilíada como la Odisea se atribuyen generalmente a un mismo poeta, Homero, quien se estima que pudo vivir en el siglo VIII a. C., en Jonia (hoy región de Turquía). No obstante, se discute su autoría, e incluso la misma existencia de Homero, así como la posibilidad de que ambas obras hayan sido compuestas por una misma persona. Estas discusiones se remontan a la antigüedad grecolatina y han continuado durante la época moderna. El siglo XX no ha cerrado ese debate, pero la datación más común remite al siglo VIII a. C.

ARGUMENTO
Este poema épico narra la cólera de Aquiles, hijo del rey Peleo y de la nereida Tetis, su causa, su larga duración, sus consecuencias y su posterior cambio de actitud. La ira del pelida Aquiles termina junto con el poema, cuando se reconcilia con Príamo, padre de su enemigo Héctor, momento en que se celebran los funerales de éste.

ESTILO
Los análisis del estilo de la Ilíada suelen destacar principalmente dos elementos: el carácter específico de su habla ("Kunstsprache" o lenguaje poético), la cual sirve como base argumental para reconstruir la llamada "poesía de improvisación oral" que, viniendo de la época micénica, culminaría en la Ilíada y la Odisea; así como su modo de secuencia sintáctica y semántica, marcada por la yuxtaposición, la parataxis de elementos, y la autonomía de las partes. Los análisis narratológicos se enfrentan a su vez a la tarea de describir el carácter del narrador, que sería heterodiegético, distanciado y, como se ha dicho a menudo, objetivo, por muchas matizaciones que este adjetivo requeriría.

TEMAS
Nostos
Nostos ocurre siete veces en el poema (2.155, 2.251, 9.413, 9.434, 9.622, 10.509, 16.82). Temáticamente, el concepto de regreso es muy explorado en la literatura griega antigua, especialmente en la suerte que tuvieron los Atreidas, Agamenón y Ulises. Así, el regreso es imposible sin haber saqueado Troya.

Kleos
Es el concepto de gloria ganada en el combate heroico. Para la mayoría de los invasores griegos de Troya, notablemente Ulises, el kleos se gana a través de un nostos victorioso pero esto no es así para Aquiles, quien tiene que elegir entre nostos o kleos.

Timê
Parecido al kleos es timê (respeto u honor), el concepto que denota el respeto que un hombre acumula a lo largo de su vida. Los problemas griegos empiezan por el comportamiento poco honorable de Agamenón. El odio de Aquiles ante tal comportamiento lleva a la ruina de la causa militar aquea.

Ira
El poema empieza con la palabra μνιν (ira, cólera, furia), que es el tema principal de la Ilíada: la ira de Aquiles. Su ira personal y su vanidad herida impulsan la historia: los griegos pierden las batallas, Patroclo muere a manos de Hector y la caída de Troya. Enfadado por los actos de Agamenón, Aquiles pide a su madre Tetis que persuada a Zeus para que ayude a los troyanos. Mientras, Hector lidera a los troyanos atacando a los griegos. Después de la muerte de Patroclo, vuelve Aquiles a la batalla.

Destino
El destino impulsa también la historia. No determina que ocurra una acción, sino su resultado.

TRANSMISIÓN TEXTUAL
Se conservan papiros con copias de la Ilíada del siglo II a. C., aunque se tiene constancia de la existencia de uno anterior al año 520 a. C., que se utilizaba en Atenas para recitarlo en las fiestas en honor de Atenea (las llamadas Panateneas).

Ya en la antigüedad clásica se consideraba este poema como historia real y a sus personajes como modelo de comportamiento y heroísmo por imitar. Era práctica habitual su estudio y la memorización de extensos episodios.

Posteriormente su transmisión se generalizó, sobre todo en Europa (a partir del siglo XIII) y en Bizancio (siglos IX al XV).

TRADUCCIONES
Tradujeron la Iliada en verso castellano Juan de Lebrija Cano, el maestro Francisco Sánchez de las Brozas, Cristóbal de Mesa, el padre Manuel Aponte, Miguel José Moreno, Francisco Estrada y Campos y un anónimo. Existe en el Museo Británico una traducción en prosa castellana de los cinco primeros cantos de la Iliada, pero no es directa, sino desde la versión latina de Pedro Cándido Decinibre. Todas estas traducciones son manuscritas y muchas de ellas perdidas o de localización ignorada, como la de Manuel Aponte. En español la Odisea tuvo mejor suerte en la imprenta que la Iliada, ya que la primera traducción (impresa) de la Ilíada en castellano data de fecha tan tardía como 1788 y fue realizada por el escritor y dramaturgo neoclásico Ignacio García Malo (Madrid: Imprenta de Pantaleón Aznar, 1788); la segunda fue en endecasílabos por el preceptista José Gómez Hermosilla (Madrid: Imprenta Real, 1831). Entre las del siglo XX, si se deja aparte la incompleta y libérrima de Alfonso Reyes, pueden destacarse la fiel y rigurosa de Luis Segalá (Barcelona, 1908; revisada en Obras completas en Barcelona: Montaner y Simón, 1927), muy reimpresa; la de Alejandro Bon, en prosa (Barcelona: Ediciones Populares Iberia, 1932); la José María Aguado (Madrid, 1935), que imita la épica medieval castellana en verso octosílabo y rima asonante (romance); las más recientes de Daniel Ruiz Bueno (Madrid, Hernando, 1956) en prosa rítmica; Fernando Gutiérrez, en hexámetros castellanos (Barcelona, José Janés, 1953); Francisco Sanz Franco (Barcelona: Ediciones Avesta, 1971); Antonio López Eire (1989) y Emilio Crespo (Madrid: Biblioteca básica Gredos, 2000). Mención aparte merece la versión rítmica de Agustín García Calvo (Zamora: Lucina, 1ª ed. 1995 2ª corregida 2003), en hexámetros asonantados y con un castellano que pretende alejarse de la lengua literaria para recrear el estilo original.3 En el siglo XXI se ha hecho la de Óscar Martínez García (Madrid: Alianza Editorial, 2010). En catalán pueden citarse las de M. Balasch (Barcelona, 1971) y la de M. Peix (Barcelona, 1978), ambas en hexámetros catalanes.

IMPACTO CULTURAL DE LA ILÍADA
La repercusión de la Ilíada en la cultura occidental a través de adaptaciones y versiones en prosa, verso, teatro, cine, televisión e historieta.

Cine y televisión
  • Helena de Troya (Helen of Troy). Estados Unidos-Italia, 1955. Director: Robert Wise. Intérpretes: Jacques Sernas, Rossana Podestá, Niall McGinnis, Robert Douglas, Stanley Baker, Torin Tatcher. Recoge el episodio de Briseida, la despedida de Héctor y Andrómaca y la muerte de éste.
  • La ira de Aquiles (L'ira di Achille/ Fury of Achilles). Italia, 1962. Director: Mario Girolami. Intérpretes: Gordon Mitchell, Jacques Bergerac, Cristina Gajoni, Gloria Milland, Piero Lulli, Roberto Risso.
  • Troya (Troy). Estados Unidos, 2004. Director: Wolfgang Petersen. Intérpretes: Brad Pitt, Eric Bana, Orlando Bloom, Diane Kruger, Brian Cox, Peter O´Toole.


LA ODISEA

La Odisea (en griego: δύσσεια, Odýsseia) es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Se cree que fue compuesta en el siglo VIII a. C., en los asentamientos que Grecia tenía en la costa oeste del Asia Menor (actual Turquía asiática). Según otros autores, la Odisea se completa en el siglo VII a. C. a partir de poemas que sólo describían partes de la obra actual. Fue originalmente escrita en lo que se ha llamado dialecto homérico. Narra la vuelta a casa del héroe griego Odiseo (Ulises en latín) tras la Guerra de Troya. Además de haber estado diez años fuera luchando, Odiseo tarda otros diez años en regresar a la isla de Ítaca, donde poseía el título de rey, período durante el cual su hijo Telémaco y su esposa Penélope han de tolerar en su palacio a los pretendientes que buscan desposarla (pues ya creían muerto a Odiseo), al mismo tiempo que consumen los bienes de la familia.

La mejor arma de Odiseo es su mētis o astucia. Gracias a su inteligencia —además de la ayuda provista por Palas Atenea, hija de Zeus Cronida— es capaz de escapar de los continuos problemas a los que ha de enfrentarse por designio de los dioses. Para esto, planea diversas artimañas, bien sean físicas —como pueden ser disfraces— o con audaces y engañosos discursos de los que se vale para conseguir sus objetivos.

El poema es, junto a la Ilíada, uno de los primeros textos de la épica grecolatina y por tanto de la literatura occidental. Se cree que el poema original fue transmitido por vía oral durante siglos por aedos que recitaban el poema de memoria, alterándolo consciente o inconscientemente. Era transmitido en dialectos de la Antigua Grecia. Ya en el siglo IX a. C., con la reciente aparición del alfabeto, tanto la Odisea como la Ilíada pudieron ser las primeras obras en ser transcritas, aunque la mayoría de la crítica se inclina por datarlas en el siglo VIII a. C. El texto homérico más antiguo que conocemos es la versión de Aristarco de Samotracia (siglo II a. C.). El poema está escrito usando una métrica llamada hexámetro dactílico. Cada línea de la Odisea original estaba formada por seis unidades o pies, siendo cada pie dáctilo o espondeo. Los primeros cinco pies eran dáctilos y el último podía ser un espondeo o bien un troqueo. Los distintos pies van separados por cesuras o pausas.

ESTRUCTURA
La obra consta de 24 cantos. Al igual que muchos poemas épicos antiguos, comienza in medias res: empieza en mitad de la historia, contando los hechos anteriores a base de recuerdos o narraciones del propio Odiseo. El poema está dividido en tres partes. En la Telemaquia (cantos del I al IV) se describe la situación de Ítaca con la ausencia de su rey, el sufrimiento de Telémaco y Penélope debido a los pretendientes, y cómo el joven emprende un viaje en busca de su padre. En el regreso de Odiseo (cantos del V al XII) Odiseo llega a la corte del rey Alcínoo y narra todas sus aventuras desde que salió de Troya. Finalmente, en la venganza de Odiseo (cantos del XIII al XXIV), se describe el regreso a la isla, el reconocimiento por alguno de sus esclavos y su hijo, y cómo Odiseo se venga de los pretendientes matándolos a todos. Tras aquello, Odiseo es reconocido por su esposa Penélope y recupera su reino. Por último, se firma la paz entre todos los itacenses.

TRADUCCIONES AL ESPAÑOL
Entre las traducciones al español cabe citar a Gonzalo Pérez (1550), Antonio Gironella en verso (1851), Luis Segalá y Estalella (1910), Ángel María Garibay K. (1931), José Manuel Pabón y Suárez de Urbina (1982), José Luis Calvo Martínez (1988) y Carlos García Gual (2004). La única versión española que se conoce realizada por una mujer es la de la cubana Laura Mestre Hevia. El filólogo mexicano, Pedro Tapia Zúñiga, realizó la versión más reciente (2013), en verso.


IMPACTO CULTURAL DE LA ODISEA
La repercusión de la Odisea en la cultura occidental se puede ver en las numerosas adaptaciones y versiones que su argumento ha tenido en prosa, verso, teatro, cine, televisión e historieta. Además, ha legado al idioma español los términos odisea y mentor (y términos similares en otros idiomas occidentales).

2.- DIÁLOGO PLATÓNICO
La obra platónica está constituida por un epistolario y un conjunto de diálogos, obras destinadas a la publicación que se han conservado en su totalidad y que son el legado literario y filosófico de su autor. Se editó y agrupó estas obras con diferentes criterios a lo largo de la historia de la transmisión del texto, de modo que ha sido discutido tanto el canon del Corpus Platonicum como el orden cronológico de producción de los diálogos considerados auténticos.

TRANSMISIÓN, CONSERVACIÓN Y EDICIÓN DE LOS DIÁLOGOS

El canon antiguo
Diógenes Laercio atribuye a Trasilo (aprox. s. I d.C.) la hipótesis de que Platón compuso sus diálogos de modo que se ordenaran en tetralogías, semejante a como se disponen las presentaciones de los poetas trágicos en las fiestas dionisíacas -esto es, tres tragedias y un drama satírico-. Los nombres de la lista que ofrece está acompañada de subtítulos que explicitarían el tema de cada diálogo:

  • Eutifrón o De lo santo, Apología de Sócrates, Critón, Fedón o Del alma
  • Crátilo o De la recta razón de los nombres, Teeteto o De la ciencia, Sofista o Del ente, Político o Del gobernar
  • Parménides o De las ideas, Filebo o Del placer, Banquete o Del bien, Fedro o Del amor
  • Primer Alcibíades o De la naturaleza del hombre, Segundo Alcibíades o Del ruego, Hiparco o Del amor del lucro, Anterastes o de la filosofía
  • Téages o De la filosofía, Cármides o De la templanza, Laques o Del valor, Lisis o De la amistad
  • Eutidemo o El contencioso, Protágoras o Los sofistas,Gorgias o De la retórica,Menón o De la virtud
  • Hipias mayor o De lo honesto, Hipias menor o De la mentira, Ion o De la Ilíada, Menexeno o Epitafio,
  • Clitofonte o Protréptico, República o De la justicia, Timeo o De la naturaleza, Critias o La Atlántida
  • Minos o De la ley, Leyes o Del modo de hacerlas, Epinomis o La asamblea nocturna, Cartas (13)
Diógenes también trasmite una lista de diálogos que habían sido atribuidos a Platón, pero ya en la antigüedad se consideraban espurios y por ello no estaban incluidos en las tetralogías: el Midón, el Erixias, el Halción, el Sísifo, el Axíoco, el Feaces, el Demódoco, el Quelidón, el Séptima y el Epiménides. Del canon de Trásilo también fueron rechazados desde antiguo por apócrifos el Alcibíades Segundo, el Anterastes, el Hiparco y el Epinomis. A pesar de que Diógenes no los menciona, se conservaron en los manuscritos junto con estos diálogos, el De la justicia y De la virtud, también erróneamente atribuidos a Platón.

CRONOLOGÍA DE LOS DIÁLOGOS
En lo que se refiere a la cronología de los diálogos, se pueden distinguir dos aspectos:

Cronología absoluta: las fechas de aparición o de redacción de cada diálogo. Carecemos prácticamente de datos claros y objetivos que nos permitan fijarlas de manera precisa, más allá de algunas referencias a hechos históricos concretos en los diálogos mismos, que permite determinar a veces algún terminus post quem.

Orden interno: el orden en que fueron apareciendo los diálogos. La labor de Platón como escritor se extendió por poco más de 50 años. Por ello es que los estudiosos de la obra prácticamente no pueden evitar la hipótesis de que varios puntos de su doctrina y ciertos rasgos de sus obras sufrieron cambios en ese tiempo, considerablemente largo. Se puede tener en cuenta para fijar la cronología relativa, tanto las pocas referencias existentes de un diálogo a otro, como la evolución del estilo o de ciertos elementos del pensamiento platónico.
A pesar de que los criterios han sido dispares, combinando las escasas certezas de la cronología absoluta con las relaciones internas de la obra que se han podido determinar claramente, los especialistas han llegado a cierto consenso general sobre la periodización de la obra de Platón, sin que ello signifique en absoluto unanimidad en lo que se refiere a posiciones precisas de diálogos determinados.

PERIODIZACIÓN SEGÚN LOS ACONTECIMIENTOS BIOGRÁFICOS DEL AUTOR
Los especialistas han relacionado no sólo los diálogos entre sí, sino también con los datos que poseemos de la vida de Platón. Sobre todo se han tenido en cuenta el efecto de la muerte de Sócrates, los tres viajes a Sicilia y la fundación de la Academia de Atenas.

El primer hito biográfico que los especialistas hacen gravitar en relación a la cronología de la obra platónica, es la muerte de Sócrates (399 a. C.). En la actualidad existe un acuerdo general en considerar que Platón no escribió ninguna obra antes de la muerte de su maestro, y la anécdota que cuenta Diógenes Laercio, según la cual Sócrates habría oído leer a Platón el Lisis, es considerada pura ficción. Platón nunca hace intervenir personajes vivos en sus diálogos, y no hay razón para que se tomara esa libertad con su maestro. Sin embargo no han faltado célebres especialistas en el siglo XIX como Wilamowitz que sostuvieron que algunos diálogos que mostraban a un Sócrates "demasiado humano" debieron escribirse antes de su muerte.

Se suele considerar que la influencia del Sócrates histórico fue decisiva en lo que se refiere a un primer período conformado por los diálogos Ion, Hipias Menor, Protágoras, Cármides, Lisis, Laques, Eutifrón, Critón. Platón se habría atenido aquí a retratar de manera más o menos fiel a su maestro, con su personalidad característica, su fina ironía, sus rasgos algo zafios y su modo de dialogar.

Un segundo período suele datarse entre el primer viaje y el segundo viaje de Platón a Sicilia. Entre estos años Platón funda la Academia. A los 39 años, está en la plenitud de su madurez física, espiritual y literaria. Los diálogos de este período acusan influencia de doctrinas pitagóricas provenientes del sur de Italia, y Platón expone en ellos por primera vez la teoría de las ideas, la teoría de la reminiscencia y la teoría de la metempsicosis. También aquí expresa su idea central del Rey filósofo derivada de su experiencia política en la corte de Dionisio II de Siracusa. Los diálogos que conforman este período son: Gorgias, Menéxeno, Eutidemo, Menón, Crátilo, Banquete, Fedón, República, Fedro, Parménides, y Teeteto.

Entre la segunda y la tercera visita de Platón a Sicilia (tercer período), habría escrito el Sofista y el Político, y después de la tercera visita (cuarto período), Timeo, Critias, Filebo y Leyes. Se caracterizan por una mayor concisión de estilo y la figura de Sócrates va perdiendo importancia, hasta que en Leyes desaparece por completo.

OTRAS PERIODIZACIONES
Existen otras muchas formas de ordenar la obra platónica, combinando los datos y los distintos criterios presentados anteriormente. Un ejemplo es la siguiente:

ü      Época de juventud (393-389). Se caracterizan por sus preocupaciones éticas. Están plenamente influidos por Sócrates. Estarían representados por: Apología, Ion, Critón, Protágoras, Laques, Lisis, Cármides y Eutifrón.
ü      Época de transición (388-385). Esta fase se caracteriza también por cuestiones políticas, además, aparece un primer esbozo de la Teoría de la reminiscencia y trata sobre la filosofía del lenguaje. Lo constituyen los siguientes diálogos: Gorgias, Menón, Eutidemo, Hipias Menor, Crátilo, Hipias Mayor y Menexeno.
ü      Época de madurez (385-370). Platón introduce explícitamente la Teoría de las Ideas y desarrolla con más detalle la de la Reminiscencia. Igualmente se trata de distintos mitos. Lo conforman: El banquete, Fedón, La República y Fedro.
ü      Época de vejez (369-347). En esta fase revisa sus ideas anteriores e introduce temas sobre la naturaleza y la medicina. Se incluyen: Teeteto, Parménides, Sofista, Político, Filebo, Timeo, Critias, Leyes y Epínomis.

COMPOSICIÓN Y CARACTERÍSTICAS ESTILÍSTICAS

Los personajes de los diálogos son generalmente personajes históricos, como Sócrates, Parménides o Gorgias, aunque a veces también aparecen algunos de los que no se tiene ningún registro histórico aparte del testimonio platónico (como Diotima en el El Banquete). Cabe destacar, además, que si bien en muchos diálogos aparecen discípulos de Sócrates, Platón no aparece nunca como personaje. Solamente es nombrado en Apología y en Fedón, pero nunca aparece discutiendo con su maestro ni con ningún otro.


3.- POÉTICA O PRECEPTIVA (ARISTÓTELES)

La Poética o Sobre la poética (Περ Ποιητικς) es una obra de Aristóteles escrita en el siglo IV a. C., entre la fundación de su escuela en Atenas, en el 335 a. C., y su partida definitiva de la ciudad, en el 323 a. C. Su tema principal es la reflexión estética a través de la caracterización y descripción de la tragedia.

Al parecer, la obra estaba compuesta originalmente por dos partes: un primer libro sobre la tragedia y la epopeya, y un segundo sobre la comedia y la poesía yámbica, que se perdió, aparentemente durante la Edad Media, y del que nada se conoce.

Básicamente, la Poética consta de un trabajo de definición y caracterización de la tragedia y otras artes imitativas. Junto a estas consideraciones aparecen otras, menos desarrolladas, acerca de la historia y su comparación con la poesía (las artes en general), consideraciones lingüísticas y otras sobre la mímesis.

La Poética es una de las obras aristotélicas tradicionalmente conocidas como esotéricas o acroamáticas. Esto implica que no habría sido publicada, sino que constituía un conjunto de cuadernos de notas destinados a la enseñanza y que servían de guía o apunte para el maestro. Estaban destinados a ser oídos y no a ser leídos.

El más antiguo de los códices que contienen el texto de la Poética (ya sin la Comedia) es el Codex Parisinus 1141, escrito a fines del siglo X o a principios del siglo XI.

PRINCIPALES TEMAS TRATADOS

La obra consta de 26 capítulos.

En los seis primeros se hace una caracterización general de las artes, aunque en los ejemplos del capítulo 1 sólo se mencionan artes literarias, dramáticas y musicales. Se afirma que "todas vienen a ser, en conjunto, imitaciones. Pero se diferencian entre sí por tres cosas: por imitar con medios diversos, o por imitar objetos diversos, o por imitarlos diversamente"

Los medios de imitación (o mimesis) son el ritmo, el lenguaje y la armonía. Las artes se diferencian allí porque usan distintos medios, o porque usan algunos y no otros, o porque usándolos todos los usan o a la vez o alternadamente. Las artes musicales (“aulética”, “citarística”, “el arte de tocar la siringa”) usan el ritmo y la armonía. La danza, por su parte, sólo usa el ritmo (“mediante ritmos convertidos en figuras, imitan caracteres, pasiones y acciones”). Aristóteles nos dice que el arte que imita sólo por medio del lenguaje (la literatura) no tenía denominación en ese momento, aunque luego admite que “la gente, asociando al verso la condición de poeta, llama a unos poetas elegíacos y a otros poetas épicos, dándoles el nombre de poetas no por la imitación, sino en común por el verso. En efecto, también a los que exponen en verso algún tema de medicina o de física suelen llamarlos así”. En cuanto a las artes que usan los tres medios (ditirambo, nomo, tragedia y comedia), las dos primeras las utilizaban simultáneamente a lo largo de todo el poema y las dos restantes sólo en las partes líricas.

La diferencia en cuanto al objeto imitado sería que, "puesto que los que imitan imitan a hombres que actúan y estos deben ser esforzados o de baja calidad... o bien los hacen mejores que solemos ser nosotros, o bien peores o incluso iguales" . Por último, la distinción en cuanto al modo de imitar se refiere a la diferencia entre la poesía épica y la poesía dramática: en un caso se narran los hechos (o se mezcla narración con aparición en primera persona de los personajes, como en Homero) y en el otro se presenta "a todos los imitados como operantes y actuantes".

En el capítulo 4 se realiza una descripción del origen y el desarrollo de la poesía (ποιητική) en la que se afirma que ésta surge por dos factores naturales en el hombre: la tendencia a la imitación por un lado, y el ritmo y la armonía por otro. Los hombres "nobles" (nobles de carácter y no de posición social) imitaban las acciones nobles y creaban, al comienzo, "himnos y encomios"; por otro lado, los hombres "vulgares" imitaban las acciones de los "hombres inferiores" y componían "invectivas". Luego los nobles pasaron a componer en verso heroico y los vulgares en yambos. Luego los nobles pasarían a dedicarse a la tragedia y los otros a la comedia. El estagirita concluye: "Habiendo nacido al principio como improvisación -tanto ella [la tragedia] como la comedia...- fue tomando cuerpo, al desarrollar sus cultivadores todo lo que de ella iba apareciendo; y, después de sufrir muchos cambios, la tragedia se detuvo, una vez que alcanzó su propia naturaleza."

En el capítulo 5 se hacen consideraciones generales y superficiales acerca del origen y las características de la comedia y la epopeya. Como Aristóteles señala a principios del capítulo siguiente, “del arte de imitar en hexámetros [la epopeya] y de la comedia hablaremos después”. De hecho, los últimos capítulos del libro I están dedicados al estudio de la epopeya, pero de la comedia no se encuentra un estudio detallado en esta obra.

DEFINICIÓN DE LA TRAGEDIA Y SUS ELEMENTOS ESENCIALES

El siguiente es uno de los capítulos centrales de la obra, donde se define la tragedia y se señalan las seis partes o elementos esenciales de la misma. Además es aquí donde se señala por única vez la famosa “cláusula adicional” de la tragedia, la catarsis.

Según Aristóteles, “la tragedia [es] imitación de una acción esforzada y completa, de cierta amplitud, en lenguaje sazonado, separada cada una de las especies en las distintas partes, actuando los personajes y no mediante relato, y que mediante temor y compasión lleva a cabo la purgación de tales afecciones”

Más adelante el filósofo dirá que los elementos esenciales de la tragedia son seis: fábula (mythos), caracteres (êthê), pensamiento (diánoia), elocución (lexis), melopeya (melopoiia) y espectáculo (opsis).

La fábula
Unidad de la acción
Según el filósofo, la tragedia es imitación de una única acción de larga duración, siempre que pueda recordarse en su conjunto, completa y entera (o sea con principio, medio y fin).

Cuando Aristóteles habla de la unidad de la acción imitada en la fábula, descarta dos posibilidades: que se imiten todas las acciones de un solo sujeto o todas aquellas sucedidas durante un determinado tiempo. La idea que pretende imponer es que hay una fábula, una “historia”, que se pretende contar y que solamente deben incluirse en ella aquellas acciones que sean indispensables para el desarrollo de la misma.

Fábula y verosimilitud

La fábula, en efecto, es para Aristóteles el elemento esencial de la tragedia. Sin la fábula no hay tragedia, pero, en cierta forma, sí la hay sin los cinco elementos restantes. Esto es porque la tragedia también puede desencadenar el placer que le es propio, simplemente por su lectura y sin necesidad de representación.

Se describe en el texto que la fábula es “la estructuración de los hechos” y que ésta debe darse de forma “verosímil o necesaria”. La verosimilitud-necesidad se refiere a la necesidad de un ordenamiento lógico en términos de causa-efecto en el ordenamiento de la tragedia. Este orden o estructuración debe darse de forma tal que, si se suprimiese alguno de los sucesos imitados o se agregase otro, se dislocaría totalmente el conjunto de la obra.

Peripecia, agnición o anagnórisis y lance patético
Aristóteles parte del supuesto de que en la tragedia la acción se desarrolla en un sentido hasta que en cierta forma el personaje comete un error que lo lleva a pasar “de la dicha al infortunio”. A este cambio de suerte en sentido contrario se le llama, la mayor parte de las veces, peripecia.Por otro lado, se llama agnición (agnitio, en latín) al paso de la ignorancia al conocimiento, “para amistad o para odio”, que un personaje experimenta acerca de la identidad de alguno o varios de los demás o del personaje acerca de algún hecho. En griego se usaba la palabra anagnórisis, que significa lo mismo que agnitio: reconocimiento. Ambas son intercambiables, su uso depende de la tradición lingüística del usuario. Junto a estos dos conceptos, propios de toda tragedia compleja, existe otro llamado lance patético, que es aquel evento que cambia el sentido de la acción mediante las muertes en escena, las tormentas o las heridas y eventos semejantes.

Anagnórisis y peripecia son términos fundamentales para entender los grados que el estagirita establece sobre el valor de una clase de tragedia respecto de otra, en virtud de su capacidad para desencadenar la catarsis.

Tipos de agnición
Según Aristóteles, hay varias clases de agnición:

... la menos artística y la más usada por incompetencia, … la que se produce por señales". La agnición o el reconocimiento mediante señales consiste en que un personaje logre identificar a otro debido a particularidades corporales o del atuendo de este último. De hecho, puede ser que lo reconozca por señales corporales “congénitas” o señales “adquiridas”, “y, de éstas, unas impresas en el cuerpo, como las cicatrices, y otras fuera de él, como los collares y pone como ejemplo que la nodriza de Ulises le reconociera cuando iba disfrazado de mendigo, por una señal, una cicatriz que tenía Ulises.

En segundo lugar de peor a mejor, vienen las agniciones "... fabricadas por el poeta", aquéllas en que algún personaje desvela lo que no se sabía explícitamente y de forma no muy verosímil ni necesaria.
"La tercera se produce por el recuerdo, cuando uno, al ver algo, se da cuenta”,
"La cuarta es la que procede de un silogismo, como en las Coéforos: ha llegado alguien parecido a mí; pero nadie es parecido a mí sino Orestes, luego ha llegado éste". Es decir, esta agnición es la que se produce por un pensamiento lógico. Al mismo nivel, en tanto agnición, se encuentran los paralogismos, razonamientos con forma silogística pero lógicamente errados, p.e. por afirmar el consecuente.
La quinta y "mejor agnición de todas" es la que resulta de los hechos mismos, produciéndose la sorpresa por circunstancias verosímiles.

Clasificaciones internas a la tragedia
En la división entre fábulas simples, episódicas y complejas, se dice que las primeras son aquellas en que el cambio de fortuna se da sin peripecia ni agnición, las segundas son aquellas en que ni siquiera se da la verosimilitud o necesidad en la sucesión de las acciones y las terceras designan a las que presentan al cambio de suerte acompañado de peripecia y agnición. Como es de suponer, esta última categoría es la superior.

La clasificación siguiente se refiere a las distintas formas de desarrollar el lance patético (pathos), la resolución de la obra trágica, para promover la catarsis en su plenitud. Esto se da combinando adecuadamente la ejecución de la acción central con la agnición o la falta de ella acerca de lo que se está efectuando. Además es preferible que el desenlace trágico muestre a dos personas que son parientes o amigas que se violentan, dado que esto es lo que impacta más a los espectadores.

En orden de mayor a menor valor catártico, Aristóteles propone cuatro tipos de desenlace:

Que un personaje esté a punto de desarrollar la acción y obtenga la agnición justo antes de efectuarla; que el personaje efectúe la acción y que, luego de finalizada ésta, obtenga la agnición sobre su acción; que el personaje lleve a cabo la acción con agnición, y, por último, que el personaje esté a punto de efectuar la acción con agnición y no la lleve a cabo.
Los caracteres
En un nivel general, se puede decir que Aristóteles llama caracteres a lo que hoy llamamos personajes. Según el filósofo “habrá caracteres si, …, las palabras y las acciones manifiestan una decisión” . O sea los personajes se definen por sus acciones y no por su ‘caracterización’ ya sea por medio de la vestimenta u otros ‘’aderezos’’.

Máscaras romanas de la tragedia y la comedia. Aunque son romanas y del siglo II, es probable que se asemejen a las utilizadas en el teatro griego para designar los caracteres.
Aristóteles explica que los personajes deben ser intermedios entre vicio y virtud, aquel "que ni sobresale por su virtud y justicia ni cae en la desdicha por su bajeza y maldad, sino por algún yerro, siendo de los que gozaban de gran prestigio y felicidad, como Edipo y Tiestes…".

El postular la representación de caracteres ni virtuosos ni viciosos, sino en un grado intermedio entre ambas cualidades, pasa por varios motivos. Por un lado, no sería bueno representar a una persona virtuosa pasando de la dicha al infortunio, “pues esto no inspira temor ni compasión, sino repugnancia” (53b 35). En el sentido opuesto, tampoco sería bueno que una persona viciosa pasase en la fábula de la desdicha a la dicha, ya que eso no inspira ni compasión ni simpatía ni temor.

La "'compasión'" se refiere al personaje que es inocente y no merecería sufrir las consecuencias de su yerro ignorante, el temor a la situación que se nos presenta cuando vemos todas las cosas que les pasan a alguien que es semejante, en cualidades, a nosotros.

A la vez se describen cuatro cualidades indispensables de los caracteres:

Bondad
Se trata aquí de una bondad moral del personaje y no de una bondad en la representación poética, “y esto es posible en todo género de personas; pues también puede haber una mujer buena, y un esclavo…”.

Propiedad
El carácter presentado debe ser apropiado; por ejemplo, “es posible que el carácter sea varonil, pero no es apropiado a una mujer ser varonil o temible”. Por supuesto, el sexismo era propio de la época.

Semejanza
En el caso que se presenten personajes históricos o que ya hubiesen sido presentados en otras obras poéticas, el poeta tendrá que representarlos de forma semejante a la que la tradición ha consagrado, aunque se le permita embellecerlos.
Consecuencia
Este punto propone también para los personajes la regla de la verosimilitud o necesidad, que supone una coherencia en la forma en que se presenta el carácter a lo largo de la tragedia. Por ello, “aunque sea inconsecuente la persona imitada y que reviste tal carácter, debe, sin embargo, ser consecuentemente inconsecuente”.

Pensamiento y elocución
El pensamiento es el tercer elemento esencial de la tragedia. Aristóteles dice que le corresponde "todo lo que debe alcanzarse mediante las partes del discurso. Son partes de esto demostrar, refutar, despertar pasiones, por ejemplo compasión y temor, ira y otras semejantes, y además amplificar y disminuir". En este caso se trata de aquello que hace un personaje para convencer o refutar a otro y no a los espectadores. De todos modos el tratamiento de Aristóteles de este punto no es amplio, ya que reconoce que es propio del arte descrito en la Retórica.

La elocución es la “expresión mediante las palabras”, tampoco es un arte propio de la tragedia, sino de los actores y directores de escena. Sus modos son el mandato, la súplica, la narración, la amenaza, la pregunta, la respuesta, etc.

En los capítulos 20, 21 y 22, que muchos han considerado apócrifos, Aristóteles desarrolla una teoría lingüística, o de la elocución, en la que define, entre otros conceptos, los de: sílaba, conjunción, nombre, verbo, artículo, caso, enunciación y metáfora.

Melopeya y espectáculo
Aristóteles dice que la melopeya es el más importante de los aderezos de la tragedia. Sin embargo, considera que su significado es obvio y no lo explica. En general, podría decirse que este elemento se refiere a las intervenciones del coro, que eran muy importantes en la tragedia clásica.

El espectáculo es el elemento de la tragedia “menos propio de la poética”, ya que es “cosa seductora”, y para nada indispensable. En esta categoría entrarían lo que hoy llamamos escenografía y efectos especiales.

OTRAS CONSIDERACIONES

Diferencias entre la poesía y la historia
En época de Aristóteles casi todo se escribía en verso, incluso la poesía lírica y la ciencia, y poeta era cualquiera que escribiera verso. Aristóteles es el primero en distinguir entre los que escriben literatura en verso y los que escriben ciencia en verso. Por otra parte, también hay que distinguir entre los que escriben literatura y los que escriben historia. "No corresponde al poeta decir lo que ha sucedido, sino lo que podría suceder, esto es, lo posible según la verosimilitud o la necesidad. En efecto, el historiador y el poeta no se diferencian por decir las cosas en verso o en prosa (...) la diferencia está en que uno dice lo que ha sucedido, y el otro, lo que podría suceder. Por eso también la poesía es más filosófica y elevada que la historia, pues la poesía dice más bien lo general y la historia, lo particular".

Consideraciones sobre la mimesis o imitación
Cuando contemplamos la obra de arte pueden suceder dos cosas, que uno conozca lo que el artista ha hecho, en cuyo caso el placer producido deriva sólo de su habilidad, o que no lo conozca, en cuyo caso sólo podrá producir placer la ejecución de la imitación, la utilización de los recursos imitativos.

Por tanto, la mímesis, o imitación poética, no es sencillamente una "imitación" de lo real, sino que es un "artificio", una "elaboración del poeta" sobre lo real, a la que además imprime su propio estilo.

La segunda parte perdida de la Poética
Se cree que el llamado Tractatus Coislinianus contiene quizá un epítome o resumen del segundo libro perdido de la Poética de Aristóteles, que iba a tratar sobre la comedia.

Influencia posterior de la Poética
La obra no fue demasiado reconocida en su época, en parte porque se entendía que coincidía con la Retórica, que era más famosa. Esto sucedía porque en la época clásica ambas disciplinas no estaban separadas y se entendían como dos versiones de la misma cosa.

Sin embargo, posteriormente su influencia sería importante y muchos temas de la obra serían discutidos, entre ellos la mímesis, la catarsis y la división entre artes imitativas y el resto de las tekhné (artes, en sentido amplio).

Alrededor del año 20 después de Cristo, Horacio escribió su propia Poética, obra de intención normativa no sólo dedicada al ámbito dramático, sino al narrativo en general. En esta obra la influencia de la poética aristotélica es notoria. Horacio, que había estudiado en Atenas, recoge temas tratados anteriormente por Aristóteles y los resuelve de la misma forma: la necesidad de la congruencia (verosimilitud) en la acción de los personajes, la postulación del valor paralelo del talento y la inspiración divina en el artista como creador y la necesidad de evitar la intervención de los dioses en la fábula.

Como es sabido, el texto aristotélico permaneció perdido por siglos, por lo que la poética de Horacio fue el texto más influyente durante largo tiempo.

Las primeras traducciones conocidas de la obra aristotélica se realizaron en el mundo árabe, y la más antigua fue la de un cristiano nestoriano llamado Abu Baschar, que la tradujo del siríaco (alrededor del 935 d. C.). Le seguiría la famosa versión de Averroes en el siglo XII a partir de la de Abu-Baschar, y la menos conocida de al-Farabi, que veía la importancia de lo poético como facultad lógica de la expresión. La traducción de Averroes, que con el tiempo sería muy influyente, contenía algunas interpretaciones y desvíos del texto original, básicamente por dos motivos: las diferencias del manuscrito que se tomaba como fuente con el original aristotélico9 y los intereses interpretativos propios de la situación histórica. Es conocida, por ejemplo, la interpretación de Averroes, según la cual la finalidad de la tragedia es educar en un sentido moralista.

La primera traducción de la Poética al latín la realizó Hernán Alamán en el siglo XIII en España, otra traducción la hizo en ese mismo país Mantino de Tortosa en el siglo siguiente, ambas a partir de una versión abreviada de la traducción de Averroes. Habría que esperar, sin embargo, hasta el siglo XVI para que la influencia de la Poética se tornara mayor. Algunas traducciones que contribuyeron a ello fueron la de Giorgio Valla en 1498 en Venecia, la edición de la imprenta Aldina del texto original griego en 1508, seguida por otras traducciones italianas como las de 1536 (Pazzi), 1548 (Robortello) y 1549 (Segni); la primera traducción directa del griego al latín fue la de Guillermo de Moerbeke.

In Librum Aristotelis de Arte Poetica Explicationes, del influyente Francesco Robortello, sería el primer comentario completo de la obra en cuestión. Los tratados sobre la Poética se harían cada vez más comunes, entre ellos De Arte Poetica, de Vida (autor latino), en 1527, seguido por otros de una variedad de autores: Trissino, Daniello, Maggi y Lombardi, Muzio, Varchi, Cintio, Minturno, Vettori y Castelvetro. Horacio mantenía su peso en los comentarios, pero se iría más a Aristóteles con el tiempo.

Como se habrá podido notar, el comienzo fue netamente italiano, seguido cada vez con más ímpetu por franceses, españoles e ingleses a finales del siglo XVI.

En la segunda mitad del siglo, surge la famosa doctrina de las unidades aristotélicas, fuertemente discutida incluso durante su tiempo. De la mano de Agnolo Segni y V. Maggi (o, según algunos autores, de Castelvetro) se estableció como regla que los eventos en una obra no podrían durar más de doce horas y que la acción desarrollada debía ser una o dos relacionadas, ocurrida en un espacio limitado al espacio real de la escena. No podrían representarse grandes espacios o cambios de espacio, ni sucesiones temporales, como el paso del día a la noche o de varios días o incluso meses o años, dado que esto no sería necesariamente creíble para el espectador. Como se ve, la doctrina de las unidades está causada, en gran parte, por una interpretación del postulado aristotélico sobre lo "verosímil o necesario" en la tragedia muy diversa de la interpretación actual como coherencia interna.

Entre los eruditos españoles comentaristas de la Poética de los siglos XVI al XVIII destacan Alonso López Pinciano, quien primero siguió la estela de los preceptistas italianos, con su obra Philosophia antigua poética (1596); Francisco Cascales, que escribió sus Tablas poéticas en (1604), e Ignacio de Luzán, con su Poética (1737), ya de espíritu neoclásico ilustrado. Hay que recordar, asimismo, que Lope de Vega redactó una poética en verso que justificaba su propia creación teatral y discrepaba en varios aspectos de las poéticas renacentistas que seguían las normas neoaristotélicas. Todo ello aparece en su poema Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, de 1609.

La perspectiva estética aristotélica siguió vigente, no sólo en el arte dramático sino con una influencia extendible a las demás artes, hasta el siglo XVIII, cuando, por varios motivos, entraría en declive.

El romanticismo pasará a valorar al arte no como un acto en esencia creativo (poiético) sino expresivo, que refleja el sentir y la perspectiva subjetiva del artista y no apunta a reflejar o imitar miméticamente la realidad. El planteamiento kantiano del desinterés necesario para la experiencia de belleza influirá sobre el rechazo progresivo de la perspectiva finalista del arte como catártico.

Tres fundamentos de la teoría aristotélica estaban siendo cuestionados: la catarsis, el arte como creación y la mimesis, pero un tercer principio, el de la verosimilitud o necesidad, permanecerá, aunque algo cambiado, en la caracterización del arte como un mundo interno con leyes propias no necesariamente contrarias a las del mundo real, pero sí diferentes (a este principio se le da comúnmente el nombre de heterocosmia).

4.- LA TEOGONIA DE HESIODO

La Teogonía (del griego Θεογονία : Theogonía, literalmente Origen de los dioses) es una obra poética escrita por Hesíodo. Contiene una de las más antiguas versiones del origen del cosmos y el linaje de los dioses de la mitología griega. Es una de las obras claves de la épica grecolatina. Se discute si debe fecharse en el siglo VII o en el VIII a. C.

La obra está construida a partir de géneros poéticos preexistentes que hasta el momento habían pertenecido a la tradición oral en Grecia: cosmogonías, teogonías, genealogías, catálogos y mitos de sucesión. Los tres primeros géneros pueden aparecer fundidos, vertebran la obra y están ordenados con un criterio aproximadamente cronológico. Los mitos de sucesión, a pesar de que pueden ser considerados como digresiones dentro de los bloques genealógicos, le dan sentido a toda la obra.


Epistemológicamente “TEOGONIA” significa genealogía de los dioses. Designa los distintos relatos míticos acerca del origen de los dioses y de sus filiaciones de parentesco.

Este término (teogonía) engloba también una cosmogonía (origen del cosmos) y una antropogonía (génesis de lo seres humanos).

En esta obra aparecen dos distintas versiones de los orígenes primarios de todo cuanto existe, incluidos los dioses. Una de ellas se centra en la teogonía propiamente dicha, y sus protagonistas básicos son los dioses, su genealogía y sus relaciones, de forma altamente antropomórfica.

En la segunda versión de la teogonía ya se muestra características distintas, puesto que ahora la lucha por el orden ya no es de los dioses, sino de principios naturales, aunque todavía con resonancias míticas.

Esta segunda parte actuó como modelo para la reflexión de los primeros presocráticos, según Marco Terencio Varrón (S. I a.c) la teogonía sería la primitiva y mítica forma de la teología.

*COSMOGONÍA

Antes que nada nació Caos (espacio abierto; estado de distinción de materia, punto de partida que hace posible la aparición de toda determinación y orden).

De Caos se origina Gea (tierra, asiento firme de todas las cosas por siempre), Tártaro (la región baja de los infiernos), Eros (Dios del amor).

De Caos nacieron Erebo (tinieblas; región oscura e insondable donde habita la muerte) y la negra Noche. Estos dos se unieron y dieron origen a Éter (luz) y Humere (Día).

Gea engendró, igual a sí, a Urano (cielo) para que cubriera en derredor y fuera siento seguro para los dioses.

Luego produjo las altas montañas, morada de dioses y ninfas. Ella también, sin el deseado amor, dio a luz al mar estéril, Ponto; pero de inmediato poseía por Urano dio a luz a Océano, de profundos remolinos, a Cea, Crío, Hiperón, Jápeto, Tea, Rea, Temis, Mnemosina, Febo y Thetis.

El hijo de menor de Urano y Gea fue Cronos, con se completan los 12 Titanes. Éste se convirtió en regidor del universo después de haber herido gravemente a su padre (Urano) durante un enfrentamiento.

Como a Cronos se le había profetizado que sería derrocado por uno de sus hijos, se comió a las cinco primeros al poco tiempo de nacer, pero la reina Rea, su esposa, al conocer esto, ocultó a su sexto hijo, lo dejó al cuidado de Gea. Éste último se llamó Zeus.

Zeus se crió en Creta y al crecer, conociendo lo sucedido a sus fraternos, con la ayuda de Rea, forzó a Cronos a vomitar a sus hermanos; de esta forma los 6 dioses y diosas del Olimpo libraron una guerra contra su progenitor y los demás titanes. Éstos doce fueron confinados al en el Tártaro.

Zeus se convirtió en el dios del cielo y soberanos de los dioses del Olimpo. Es también dios de la lluvia y acumulador de nubes, blandía el terrible rayo. Su arma es la égida (coraza, utilizada también por Atena, su hija). Su ave es el águila. Su árbol es el roble. Sus templos principales estaban en Dodoma y en Olimpia.

Zeus tuvo 9 uniones con diosas y 14 con humanas.

Habitaban el Olimpo 9 hijas del gran Zeus: Las Musas Clío-protectora de la historia-; Talía- protectora de la comedia-; Melpómene-protectora de la tragedia-; Terpsícore- protectora de los coros-; Erato-protectora de la poesía lírica- todas ellas eran dirigidas por Apolo.

Según la teogonía de Hesiodo es que es rey se distingue porque habla con firmeza, y de inmediato y con habilidad hace cesar una tumultuosa disputa. A ese rey se lo honra como a un dios.

A Las Musas y a Apolo se debe la existencia de aedos citaristas; a Zeus la existencia de los reyes.

El don de las diosas cambia rápidamente todo (pesares, aflicciones)

[Los titanes y su descendencia representan a los elementos de la naturaleza, por eso son dioses muy primitivos, más próximos a un cosmogonía que a una teogonía. Los dioses Olímpicos que vienen luego a conquistar el Cosmos con elaboraciones muy posteriores que necesitaron siglos para adquirir la forma con la que se conocieron en la Grecia antigua].

Zeus reunió a todos los inmortales en el Olimpo y les dijo que aquel dios que se animara a luchar a su lado contra los titanes conservaría cada uno de los privilegios de los que hasta entonces gozaba entre los dioses inmortales, y que aquellos que aún no poseían ningún privilegio, a causa de Cronos, disfrutaría de los mismos en adelante. La primera en llegar al Olimpo fue Estigia inmortal con sus dos hijos. Zeus la honró y le ofreció ser el gran juramento de los dioses y que sus hijos vivieran con el durante toda la vida.

Febe fue la madre de Leto y Asteria. Asteria dios a luz a Hécate, honrada como a ninguna otra por Zeus Cronida, le ofreció brillantes dones. Recibió también el honor del cielo y de los dioses inmortales. El Cronida la hizo nodriza de los niños varones que nacieron después de ella. Rea, amada por Cronos, engendró hijos gloriosos.

[Ésta es la última generación]

Prometeo, benefactor de la humanidad. Crea la hombre moldeándolo con barro; les enseña a quedarse con lo mejor de los sacrificios a los dioses y roba el fuego sagrado del Olimpo para entregárselo a los hombres. Ayuda a su hijo Dencalión a construir un arca que salve a los humanos del diluvio enviado por Zeus para destruirlos.

Zeus irritado con Prometeo por el apoyo a los hombres, lo encadena a una columna don un águila le roía todos los días el hígado inmortal; pero durante la noche el hígado se reconstruía, y así el al siguiente día volvía el águila a roer su hígado. Prometeo soportó ese flagelo hasta que Hércules lo liberó.

A causa del robo del fuego, Zeus dijo a Prometeo: - “Hijo de Jápeto, que sabes mucho más que todos, te alegras por haber robado el fuego engañando mi alma; pero grandes dolores habrán de sobrevenirte a ti y a los hombre venideros. Yo, en lugar del fuego, les daré el dolor, para que todos en su corazón se regocijen rodeando de cariño su propio mal”…

Después de haber dicho esto llamó a Hefestos para que, con barro, modelara un cuerpo semejante al de las diosas inmortales, pusiera voz y fuerzas humanas; Atenea, le tejió un vestido; Afrodita derramó gracias sobre su cabeza y un deseo penoso junto a preocupaciones que devoran los miembros; Hermes le dio un espíritu cínico y un corazón inclinado al robo. A esta se la llamó Pandora (según el mito es la mujer que nació solamente para complicar las cosas, de la forma en la que lo narra el poeta). Así, por orden de Zeus nació la raza de mujeres.

Ellas son compañeras de la sociedad.

Zeus mandó una calamidad en las mujeres: el que no quiera casarse, huyendo del matrimonio y de las funestas obras de las mujeres, alcanza una ruinosa vejez en la falta de una compañera en los últimos años; y si vive no carente de recursos, en cuanto muere los parientes se reparten sus bienes.

Pero aquel que se casé, y encuentra una esposa diligente y adaptada a su espíritu, a ése le sucede que, durante su vida, el mal rivaliza con el bien. Pero si se topa con una mujer malvada, vive con incesante melancolía en el alma y en el corazón, y es una mal sin remedio.

Todos los inmortales, tanto los titanes como los que descendían de Cronos y aquellos a quienes Zeus trajo a la luz desde el Erebo subterráneo, se libraron en igual batalla.

Después que los bienaventurados dioses acabaron su tarea y por la fuerza dirimieron la cuestión de las honras con los titanes, por consejo de Tierra, instigaron Zeus a que fuera rey y Señor de los inmortales y los mortales.


FUNDAMENTOS DE LA CULTURA ROMANA

5.- BUCÓLICAS
Las Bucólicas (en latín Bucolica, también conocidas como Églogas, Eclogae) constituyen la primera de las grandes obras del poeta romano Virgilio.

Roma conoció la poesía bucólica (del griego βουκολική οιδή, «canto de pastores»), según parece, por las ediciones que se hicieron a lo largo del siglo I A.C . de los Idilios (del griego εδύλλιον, «pequeño poema») de Teócrito, varios de los cuales tenían este carácter pastoril. Teócrito había nacido en Siracusa (Sicilia), hacia 310 a. C. y había marchado en torno a 275 a. C. a Alejandría, que Ptolomeo II Filadelfo estaba convirtiendo en un centro fundamental de cultura y arte. Allí entró en contacto con otros poetas, especialmente con Calímaco y Apolonio de Rodas, con quienes compartió el amor por lo pequeño, refinado y nuevo. No se sabe gran cosa de los orígenes o precedentes de esta poesía pastoril, ni se sabía tampoco en época del propio Teócrito, lo que lo deja en una posición de creador o, al menos, recreador del género.

Virgilio había sentido siempre profunda admiración por los poetas alejandrinos del siglo III ad C. La que profesó por Teócrito se manifiesta en las múltiples ocasiones en que se inspira en él para sus Bucólicas. De las propias afirmaciones de Virgilio se deduce que fue incitado a la composición de estos poemas por Gayo Asinio Polión, quien parece haber contribuido a que se solucionara el problema de la confiscación de las tierras que pertenecían al padre del poeta.

Son diez poemas de entre 63 y 111 versos. En general se consideran escritos entre los años 41 y 37 a. C., si bien hay alguna propuesta de rebajar la fecha de su publicación definitiva hasta el 35. El orden de la colección no se corresponde con el de composición. A la hora de preparar la publicación, Virgilio reordenó el material con criterios puramente estéticos. El metro empleado es el hexámetro dactílico, que será también el de toda la producción virgiliana posterior.

La poesía pastoril crea unos fuertes tópicos de género que se manifiestan en el paisaje que sirve de fondo a los poemas, sus personajes, temas, concepto del amor y recursos de construcción poética.

El paisaje bucólico es supuestamente el de la Arcadia, región montañosa del centro del Peloponeso, en Grecia. Entre los montes quedan pequeños valles fértiles, aptos para la agricultura y el pastoreo. Pero este territorio se convirtió en un paisaje eminentemente literario de localización indeterminada: la Arcadia de Teócrito estaba en su tierra siciliana; para Virgilio fue la Galia Cisalpina. Por su naturaleza literaria el paisaje bucólico es muy estereotipado y escenográfico: los ríos y arroyos son siempre frescos y cantarines, los árboles copudos y umbrosos, el campo un lugar de disfrute, no de trabajo extenuante. El ganado pasta como un elemento más del decorado y su cuidado y explotación solo aparecen mencionados incidentalmente como parte de la puesta en situación.

Los pastores de Virgilio no son criaturas rústicas e ignorantes, sino seres refinados, urbanícolas que saben de poesía, música y mitología, poetas disfrazados con atuendo pastoril. En muchos casos bajo el vestuario rústico se encubren personajes reales de Roma: escritores y políticos que nada podrían hacer en el campo, salvo recitar y cantar a la sombra del haya copuda junto al frescor del arroyo.

El amor, compartido o contrariado, carece de matices: solo cabe la alabanza incondicional de la persona amada o la queja lastimera ante el rechazo o el abandono. El perfil de la persona que es objeto de los desvelos del pastor no está trazado con ningún detalle y parece como si la ausencia del lugar donde transcurre la acción del poema la convirtiera en una simple sombra, un pretexto para la poesía.

Además del tema amoroso, aparecen, aunque solo sea como elementos para la puesta en situación, los tópicos relacionados con la actividad pastoril: las cabras, el ordeño, el queso; en fin, todo aquello que representa la riqueza de los pastores. Sobre este telón de fondo, se añaden los asuntos mitológicos y los panegíricos o adulatorios, siempre relacionados con las letras o la política, urbanos, en todo caso. El mundo pastoril sirve de escenario para asuntos diversos, por completo ajenos al mundo rural y al carácter y educación de sus gentes.

Se ha señalado que el metro empleado por Virgilio para sus Bucólicas es el hexámetro dactílico. La forma de construcción poética puede ser muy diversa: sirve el diálogo pastoril (I, IX), el debate poético entre pastores o canto amebeo (III, VII y, en cierto modo, V), el epilio, que se emplea para los temas mitológicos (IV, VI), incluso la epístola poética que sirve de introducción a otras formas de construcción (VI). Es muy frecuente el recurso un tanto efectista de la poesía dentro de la poesía, que se emplea en la mayoría de las églogas.

El concepto de originalidad en la antigüedad no excluía la inspiración en modelos anteriores. Así, la literatura romana podría ser considerada desde nuestro punto de vista como una imitación excesiva de lo griego, pero nos equivocaríamos por completo si la juzgáramos desde nuestros presupuestos actuales. Para un romano cabía la originalidad en la elección de unos u otros modelos y en los tratamientos concretos de los asuntos y formas anteriores. Ya hemos ido señalando las principales fuentes que utiliza Virgilio para la composición de sus Bucólicas. Uno de los procedimientos poéticos que marcan la originalidad en el tratamiento de los modelos griegos es el conocido como contaminatio, que Virgilio emplea cuando refunde en un solo poema elementos de varios distintos de Teócrito.

Virgilio organizó su colección de églogas según un esquema nada casual de simetrías y correspondencias. El esquema anterior representa las más evidentes. Los nueve primeros poemas están organizados de forma circular, de tal manera que el primero se corresponde con el noveno, el segundo con el octavo, el tercero con el séptimo y el cuarto con el sexto. El quinto actúa como centro de simetría y se relaciona a su vez con el tercero y séptimo. El décimo sirve de epílogo, pero está relacionado según diversos criterios con muchos de los anteriores, muy especialmente con el segundo y octavo, con los que comparte el asunto del amor contrariado.

Las Bucólicas de Virgilio son, por tanto, una cuidada elaboración literaria en la que predomina la búsqueda de lo refinado, lo ingenioso, lo culto. Constituyen un universo exclusivamente poético en el que lo más importante es la consecución de la belleza formal.


6.- GEÓRGICAS

Las Geórgicas (publicadas en 29 a. C.) son un poema de Virgilio, el segundo en importancia de entre los que escribió, cuya intención es glosar e informar acerca de las labores agrícolas, además de representar una loa de la vida rural.

El poema está dividido en cuatro libros, tiene un carácter didáctico y consta de 2.188 hexámetros. Está inspirado en Los trabajos y los días de Hesíodo. Virgilio la dedicó de modo especial a sus benefactores, Augusto y Mecenas (al que se invoca en el inicio de cada libro). La obra sirve de ilustración de algunas de las labores desarrolladas en el campo (recolección, siembra...), de explicación del funcionamiento de las estaciones del año y de las características climáticas.

Además de estos temas relacionados con la vida en el campo, hay otras partes del libro en que aparecen episodios sin relación aparente con él, como es el relato de los acontecimientos asombrosos que siguieron al asesinato de Julio César, o haciendo analogías que sirven para elogiar el gobierno de Augusto en el caso del apartado de la vida de las abejas.

Las Geórgicas serán una referencia habitual en la literatura renacentista cuando se aborde el tema del Beatus Ille.

DESCRIPCIÓN Y RESUMEN

La obra consta de 2.188 versos hexametric dividido en cuatro libros.

Libro Uno

Virgilio inicia su poema con un resumen de los cuatro libros, seguido de una oración a diversas deidades agrícolas, así como el propio Augusto. Toma como modelo el trabajo de la agricultura por Varro, pero difiere de él en aspectos importantes. Numerosos pasajes técnicos completan la primera mitad del libro 1, de especial interés son las líneas 160-175, donde Virgilio describe el arado. En la sucesión de las edades, cuyo modelo se Hesíodo en última instancia, la edad de Júpiter y su relación con la edad de oro y la edad actual del hombre se hace a mano con la tensión deliberada. De mayor importancia es la aportación de mano de obra para el éxito o el fracaso de los esfuerzos mankinds, agrícolas o de otra manera. El libro trata de un clímax con la descripción de una gran tormenta en las líneas 311 a 50, que reúne todos los esfuerzos sirve para nada. Tras detallar diversos tiempo-signos, Virgil concluye con una enumeración de los prodigios asociados con Caesars asesinato y la guerra civil, sólo Octavian ofrece alguna esperanza de salvación.

Libro Segundo

Temas destacados del segundo libro incluyen la agricultura, la lucha del hombre contra la naturaleza hostil, a menudo descrito en términos violentos, y las edades de Saturno y Júpiter. Al igual que el primer libro, que comienza con un poema frente a las divinidades asociadas a los asuntos que van a ser discutidos: viticultura, árboles, y el olivo. En los próximos cien líneas Virgil trata árboles forestales y frutales. Su propagación y el crecimiento se describen en detalle, con un contraste trazada entre los métodos que son naturales y los que requieren la intervención humana. Tres secciones de injerto son de particular interés: presentan como maravillas de mans alteración de la naturaleza, muchos de los ejemplos Virgilio da es poco probable o imposible. También se incluye un catálogo de árboles del mundo, establecido en rápida sucesión, y otros productos de diversos países. Quizás el más famoso pasaje del poema, el Italiae Laudes o alabanzas de Italia, se introduce a través de una comparación con maravillas extranjeros: a pesar de todos esos, hay tierra es tan loable como Italia. Un punto de interés cultural es una referencia a Ascra en línea 176, que un antiguo lector hubiera conocido como la ciudad natal de Hesíodo. Luego viene el cuidado de la vid, que culmina en una escena viva de su destrucción por el fuego, asesoramiento de entonces cuando la plantación de viñas y en ello el otro famoso pasaje del segundo libro, las alabanzas de la primavera. Estos representan el crecimiento y la belleza que acompañan la llegada de la primavera. El poeta vuelve a la narrativa didáctica con aún más en las vides, destacando su fragilidad y laboriosidad. Una advertencia sobre el daño animal proporciona ocasión para una explicación de por qué las cabras se sacrifican a Baco. El árbol de oliva se presenta a continuación, en contraste con la vid: que requiere poco esfuerzo por parte del agricultor. El siguiente tema, por fin alejarse de la vid, es otro tipo de árboles: los que producen frutos y los que tienen madera útil. Entonces Virgilio vuelve otra vez a la vid, al recordar el mito de la batalla de los lapitas y centauros en un pasaje conocido como el vituperio de la vid. El resto del libro está dedicado a ensalzar la sencilla vida del campo sobre la corrupción de la ciudad.

Libro Tercero

El tercer libro es sobre todo y aparentemente relacionada con la cría de animales. Se compone de dos partes principales, la primera parte está dedicada a la selección de stock raza y la cría de caballos y ganado. Concluye con una descripción del furor provocado en todos los animales por el deseo sexual. La segunda mitad del libro está dedicado a la atención y protección de las especies ovina y caprina y sus productos derivados. Concluye con una descripción del caos y la devastación causada por una plaga en Noricum. Ambas mitades comienzan con un breve prólogo llamado proemio. Los proemios invocan dioses griegos e italianos y abordar temas como la intención de Virgil para honrar tanto César y sus mecenas patronales, así como sus aspiraciones poéticas elevados y la dificultad de la materia a seguir. Muchos han observado las similitudes entre los finales dramáticos de cada mitad de este libro y el poder irresistible de sus respectivos temas del amor y la muerte.

Libro Cuarto

Libro cuatro, una contraparte tonal de libro dos, se divide aproximadamente por la mitad; la primera mitad es didáctico y se ocupa de la vida y costumbres de las abejas, supuestamente un modelo para la sociedad humana. Las abejas se parecen al hombre a que ellos trabajan, se dedican a un rey y dan sus vidas por el bien de la comunidad, pero que carecen de las artes y el amor. A pesar de su fuerza de trabajo al abejas mueren y toda la colonia muere. La restauración de las abejas se consigue bugonia, renacimiento espontáneo de la canal de un buey. Este proceso se describe en dos ocasiones en la segunda mitad y los marcos de la epyllion Aristeo iniciales en la línea 315 - El tono del libro cambia de didáctica a épica y elegíaca en este epyllion, que contiene en su interior la historia de Orfeo y Eurídice. Aristeo, después de perder sus abejas, desciende a la casa de su madre, la ninfa Cirene, donde se le da instrucciones sobre cómo restaurar sus colonias. Se debe capturar el vidente, Proteus y obligarlo a revelar que el espíritu divino se enfureció y la forma de recuperar sus colonias de abejas. Después de la unión Proteus, Aristeo es contada por el vidente que enfureció a las ninfas, causando la muerte de la ninfa Eurídice, esposa de Orfeo. Proteus describe el descenso de Orfeo a los infiernos para recuperar Eurydice, la mirada hacia atrás que hizo su regreso al Tártaro, y en la muerte de Orfeo pasado a manos de las mujeres Ciconian. Libro cuatro concluye con un sphragis ocho líneas o sello en el que Virgilio contrasta la vida de la poesía con la de Octavio de la general.
Fuentes

Griego

Modelo de Virgilio para componer un poema didáctico en hexámetros es lo arcaico poeta griego Hesíodo, cuyo poema trabajos y los días compartidos con las Geórgicas los temas de la relación del hombre con la tierra y la importancia del trabajo duro. Geórgicas perdidos del helenístico poeta Nicandro también pueden ser una influencia importante. Virgil utiliza otros escritores griegos como modelos y fuentes, algunas de información técnica, incluida la Arato helenístico poeta de la astronomía y la meteorología, Nicandro para obtener información acerca de las serpientes, el filósofo Aristóteles de zoología y Teofrasto estudiante de Aristóteles para la botánica, y otros, como el Calímaco poeta helenístico de consideraciones poéticas y estilísticas. La tradición literaria griega de Homero sobre también sirve como una fuente importante para el uso de Virgilio de detalles mitológicos y digresión.

Romano

Lucrecio De Rerum Natura sirve como modelo latino principal de Virgilio, en términos de género y de metro. Muchos pasajes de la poesía de Virgilio están en deuda con Lucrecio: la sección plaga del Libro 3 toma como modelo de la peste de Atenas que cierra el De Rerum Natura. Virgil está en deuda con Ennio, quien, junto con Lucrecio, verso hexámetro naturalizado en América. Virgil menudo utiliza el lenguaje característico de Ennius dar su poesía una cualidad arcaica. El intrigante idea ha sido propuesta por un académico que Virgilio se basó también en las canciones rústicas y patrones del habla de Italia en ciertos puntos en su poema, para dar partes de la obra un carácter distinto, Italiano. Virgil se inspira en los poetas neotéricas a veces, y Catulo Carmen 64 muy probablemente tuvo un gran impacto en el epyllion de Aristeo que termina el Geórgicas 4 - amplio conocimiento de Virgilio y la hábil integración de sus modelos es fundamental para el éxito de las diferentes partes de la obra y el poema en su conjunto.
Contextos culturales

Contexto filosófico

Las dos escuelas filosóficas predominantes en Roma durante la vida de Virgilio eran el estoicismo y el epicureísmo. De estas dos, la cepa epicúreo es predominante no sólo en las Geórgicas, sino también en el medio social e intelectual de Virgilio. Varius Rufus, un amigo cercano de Virgilio y el hombre que se publicó después de la muerte de la Eneida de Virgilio, tenía gustos epicúreos, al igual que Horacio y su mecenas patronales.
El texto filosófico con la mayor influencia en las Geórgicas en su conjunto fue Lucrecio epicúreo épica De Rerum Natura. GB Conte señala, citando la declaración programática en Geórgicas 2,490 a 502, que se basa en De Rerum Natura 1,78-9, "el impulso básico para las Geórgicas provenían de un diálogo con Lucrecio." Del mismo modo, David West declaraciones en su discusión de la plaga en el tercer libro, Virgil se "saturan con la poesía de Lucrecio, y sus palabras, las frases, el pensamiento y los ritmos se han fusionado en su mente, y se vuelven transmutan en una obra original de poética arte ".
Contexto político

A partir del asesinato de César en el 44 aC y que termina con la victoria de Octavio sobre Antonio y Cleopatra en Actium en el 31 aC, Roma se había comprometido en una serie de guerras civiles casi constantes. Después de casi 15 años de agitación política y social, Octavian, el único miembro superviviente del Segundo Triunvirato, se estableció firmemente como el nuevo líder del mundo romano. Según Octavio, Roma disfrutó de un largo período de relativa paz y prosperidad. Sin embargo, la victoria de Octaviano en Actium también sonaba el toque de difuntos de la República. Con Octavio como el único gobernante del mundo romano, nació el Imperio Romano.
Fue durante este período, y en este contexto de la guerra civil, que Virgilio compuso las Geórgicas. Si bien no contiene ningún pasaje abiertamente políticas, la política no están ausentes de las Geórgicas. No sólo es Octavian aborda en el poema, tanto directa como indirectamente, pero el poema también contiene varios pasajes que incluyen referencias e imágenes que puedan interpretarse como político, como la descripción de la plaga en el Libro 3 y famosa descripción de Virgilio de la sociedad de las abejas en Libro 4 - Es imposible saber si estas referencias y las imágenes estaban destinadas a ser visto como de naturaleza política, pero no sería inconcebible que Virgil estaba de alguna manera influenciados por los años de guerra civil. Ya fueran intencionales o no, si creemos Suetonio, estas referencias no parecían molestar Octavio, a quien se le dijo Virgil haber recitado las Geórgicas en 29 BC. Podemos estar bastante seguros de que si Octavian había disgustado por estas referencias, que no hubieran sido incluidos en el poema publicado.

Laudes Galli

Un comentario de los Servio comentarista de Virgilio, que el medio para el final del cuarto libro contenía una gran serie de alabanzas para Cornelio Galo, ha provocado un gran debate académico. Servio nos dice que después de Gallus había caído en desgracia, Virgil sustituye las alabanzas de gallinas, con el episodio de Orfeo. Esos Servio de soporte ver el episodio de Orfeo como, episodio débil sin pulir, y señalan que es diferente a cualquier otra cosa en las Geórgicas, ya que se aparta radicalmente de la modalidad didáctica que vemos todo, lo que hace que una ilógica, Inserción torpe. En efecto, las características del episodio son únicos, sino que es un epyllion que se acopla material mitológico. El episodio no más de la narración y no tiene inmediatamente evidente relevancia al tema de Virgilio. La difícil conclusión, de composición abierta, parece confirmar esta interpretación.
En un artículo muy influyente Anderson desmintió este punto de vista, y ahora se cree generalmente que no había Laudes Galli y que el episodio Orpheus es original. En general, los argumentos en contra de la opinión anterior fiabilidad pregunta Servio ', citando la posibilidad de que se confunde el final de las Geórgicas con el final de las églogas, que no hacen mención de Gallus. Además, ponen en duda su validez basada en la evidencia cronológica: las Geórgicas habrían terminado varios años antes de que la desgracia y suicidio de Gallus, y por lo que uno esperaría más pruebas de una versión alternativa del final del poema, o al menos más fuentes mencionarlo. En cambio, el episodio Orpheus se entiende aquí como una parte integral del poema que articula o encapsula su ethos reforzando muchas ideas o tensiones reintroducción y problematizadora expresadas en el texto. El rango de la erudición y de la interpretación que ofrece es muy amplia, y los argumentos que van desde lecturas optimistas o pesimistas del poema a las nociones de trabajo, el epicureísmo, y la relación entre el hombre y la naturaleza.

REPETICIONES EN LA ENEIDA

En trabajo posterior épica de Virgilio La Eneida, hay algunas 51 líneas que se reciclan, ya sea total o parcialmente, de las Geórgicas. Existe cierto debate sobre si estas repeticiones son las intrusiones en el texto de los escribas y editores posteriores, las indicaciones que apuntan hacia el nivel de lo incompleto de las repeticiones Eneida, o deliberados realizados por el poeta, que apuntan hacia las áreas significativas de contacto entre los dos poemas. Como un cuidadoso estudio de Ward Briggs va un largo camino para demostrar la repetición de líneas en las Geórgicas y la Eneida es probablemente un movimiento intencional realizado por Virgilio, poeta dado a un estilo muy alusiva, no, evidentemente, a la exclusión de sus escritos anteriores. De hecho Virgil incorpora líneas continuas en las Geórgicas de sus primeros trabajos, las églogas, aunque el número de repeticiones es mucho más pequeña y no parece que cualquier línea fue duplicada en los tres de sus obras.
Las repeticiones de material de las Geórgicas en la Eneida varían en su longitud y grado de alteración. Algunos de los reduplicaciones menos exactos, de una sola línea puede muy bien mostrar una Virgil asintiendo o escribas interpolación. Las repeticiones extendidas, sin embargo, muestran algunos patrones interesantes. En cerca de la mitad de los casos, descripciones técnicas, agrarias se adapten a símiles épicos. Esto es apropiado, ya que la materia de muchos símiles épicos tiene su origen en el mundo natural y doméstico de la que los héroes épicos son cortados. Virgil muestra su pericia técnica por recontextualizar líneas idénticas para producir significados que son diferentes, o invertido de su significado inicial en las Geórgicas. Además, algunas de estas líneas reproducidas son a su vez una adaptación de las obras de los modelos literarios antes de Virgilio, incluyendo Homers Ilíada y la Odisea, Apolonio de Rodas "Argonautica, Enio 'Anales y Lucrecio De la naturaleza de las cosas. Con una sola línea o copla, Virgil enlaces, amplía los temas de varios textos que tratan diversos temas para crear un Eneida que es un rico tapiz de la influencia literaria, incluso del propio.
Para obtener una lista completa de todas las repeticiones se encuentran dentro de los números de línea Eneida y correspondientes en las Geórgicas, vea Briggs, W. Ward, 1982 - "Las líneas repetidas de las Geórgicas en la Eneida." Classical Journal. 77: 130-147 - También Briggs, W. Ward, 1980, Narrativa y símil de las Geórgicas en la Eneida.
Recepción e influencia

Recepción en la antigüedad

El trabajo sobre Geórgicas fue lanzado cuando la agricultura se había convertido en una ciencia y Varrón ya había publicado su Res Rusticae, en el que se basó Virgil como una fuente, un hecho ya reconocido por los Servio comentarista. Virgils beca de sus predecesores produjo una amplia reacción literaria por las siguientes generaciones de autores. Cuenta de Séneca que "Virgil ... dirigido, no para enseñar a los agricultores, sino para complacer al lector", subraya que los temas poéticos y filosóficos de Virgilio abundaban en sus hexámetros.
Recepción en el siglo 18

Dryden 1.697 traducción poética de las Geórgicas de Virgilio provocó un renovado interés por la poesía agrícola y la vida rural entre las clases más educadas durante el siglo 18. En Inglaterra, los poetas escribieron sus propias Geórgicas de Virgilio estilo y piezas temáticas país, con énfasis en la retirada de la vida urbana, las artes rústicos y un abrazo de una vida feliz en la finca. Influencia holandesa en la agricultura Inglés también abrió un camino para el renacimiento poemas desde las prácticas agrícolas romanos seguían existiendo en Holanda. Agricultores ingleses tenían un ir en imitar lo que ellos pensaban eran genuinas técnicas agrícolas Virgilio. En 1724 escribió el poeta William Benson, "Hay más de Virgils cría en Inglaterra, en este instante que en la propia Italia." Manuales agrícolas de estilo Virgilio finalmente dio paso a la revolución agrícola, que suplantó su uso con gráficos técnicos y estadísticas. Por todas partes en Europa la agricultura experimentó un cambio como la influencia antigua de muchos años dio paso a la ciencia y la razón.

7.- LA ENEIDA

La Eneida (en latín, Aeneis) es una epopeya latina escrita por Virgilio en el siglo I a. C. por encargo del emperador Augusto con el fin de glorificar el imperio atribuyéndole un origen mítico. Virgilio elaboró una reescritura, más que una continuación, de los poemas homéricos tomando como punto de partida la guerra de Troya y la destrucción de esa ciudad, y presentando la fundación de Roma a la manera de los mitos griegos.

Virgilio trabajó en esta obra desde el año 29 a. C. hasta el fin de sus días (19 a. C.) Se suele decir que Virgilio, en su lecho de muerte, encargó quemar la Eneida, fuera porque desease desvincularse de la propaganda política de Augusto o fuera porque no considerase que la obra hubiera alcanzado la perfección buscada por él como poeta.

CARACTERÍSTICAS FORMALES
La obra, de casi 10.000 hexámetros dactílicos, está dividida en 12 libros que a su vez se pueden agrupar en dos partes:

  • Libros I a VI, en los que, a imitación de la Odisea, se narran los viajes de Eneas hasta llegar a Italia.
  • Libros VII a XII, en los que, a imitación de la Ilíada y del Ciclo troyano, se narran las conquistas de Eneas en Italia.

Virgilio emplea figuras literarias como la aliteración, la onomatopeya y la sinécdoque; también el símil, y la personificación y otras metáforas, frecuentemente para dotar a los pasajes de tensión y de fuerza dramática. Emplea también Virgilio la rima asonante.

Como en la Ilíada y en la Odisea, la narración de la Eneida comienza in medias res, en este caso con la flota troyana en la parte oriental del Mediterráneo y dirigiéndose a Italia.

MODELOS DE LOS QUE PARTE LA OBRA
Se dice que, más aún que una imitación de la Ilíada y de la Odisea, Virgilio se planteó una suerte de competición con Homero. Así, frente a los 24 cantos de que se compone cada una de las epopeyas homéricas, la Eneida se compone de 12. Se puede encontrar paralelismos, con sus correspondientes oposiciones, entre las dos obras griegas y esta otra latina:

El regreso o nostos, más propio de la Odisea y de la primera mitad de la Eneida.
En la obra latina, el regreso no es el de un héroe a su hogar, sino el de parte de un pueblo a uno de los lugares de origen de la estirpe de alguno o de algunos de sus héroes, lugar determinado por elección divina y que los héroes habrán de averiguar. En la cronología mítica, el viaje del Eneas literario coincidiría en el tiempo con los nostoi griegos.3 Como en la Odisea, en la Eneida hay una deidad que se opone a que el héroe llegue a su destino (Poseidón en el poema griego y Juno en el latino), otras deidades que se alían con ella, otras que ayudan al héroe (algunas, teniéndolo como su protegido: Atenea protege a Odiseo; Venus protege a Eneas), cambios de alianzas y deidades que no toman un partido.

La justificación de la guerra entre dos pueblos con motivos míticos y de amores y desamores.
En la Ilíada, y en general en el Ciclo troyano, se presenta como causa humana de la guerra inmediata, contemporánea o reciente el despecho de Menelao por el abandono de que es objeto por parte de Helena, aunque éste habrá de explicarse por asuntos de los dioses. En la Eneida, se presenta como causa humana de futuras guerras el despecho de Dido por el abandono de que es objeto por parte de Eneas, y también habrá de explicarse tal abandono por intrigas divinas.
El poema de Virgilio se compara también con las Argonáuticas de Apolonio, y es fácil que el poeta romano tuviera presente la traducción latina de Varrón. También en este caso, hay similitudes y diferencias entre una obra y la otra en varios aspectos, empezando por los amores de Dido y Eneas y los de Jasón y Medea.

Los modelos latinos más importantes de los que se valió Virgilio para la composición de la Eneida y para el contraste con ellos son la Guerra Púnica (Poenicum Bellum) de Nevio y, sobre todo, los Anales (Annales) de Ennio, el gran clásico de la épica romana en ese tiempo. En varios pasajes de la Eneida se citan otros del poema de Ennio, a veces literalmente.


INFLUENCIA POSTERIOR

La de la Eneida fue una importante influencia en la literatura a lo largo de los siglos, sobre todo en la Edad Media. El personaje épico por excelencia en esa época era Eneas, más aún que Ulises, cuyo prestigio no era muy alto: se consideraba a este último un personaje astuto, que conquista Troya gracias a una estratagema; en la Divina Comedia de Dante, por ejemplo, Ulises estará en los infiernos. En cambio, se consideraba un honor descender de Eneas: así, en su Historia regum Britanniae, Godofredo de Monmouth presenta a los britanos como descendientes de Britus o Brutus, descendiente a su vez de Eneas.

ANTIGÜEDAD
Se considera la Eneida como una de las piedras angulares del canon occidental. A pesar de tratarse de una obra incompleta, se empleó en las escuelas de la civilización romana.33 En ese ámbito, desplazó a los Anales de Ennio. El poema de Virgilio ejerció un fuerte influjo en otras obras de la Antigüedad, incluidas algunas cristianas, y se hicieron traducciones al griego. La Farsalia de Lucano fue una contrapropuesta del poema de Virgilio, pero no alcanzó la importancia cultural de éste.

Aún después de la caída del Imperio Romano, se seguía considerando la Eneida como un instrumento esencial para la educación latina.34 En la cultura cristiana latina o cristiana occidental, la Eneida era uno de los textos canónicos, y era empleado como objeto de comentario para servir a propósitos educativos y filológicos.35 El más completo de los comentarios conocidos de esa etapa histórica es obra de Servio, gramático del siglo IV.36 37

Así como se consideraba la Ilíada como la obra suprema de la literatura griega, en general se consideraba la Eneida como la obra cumbre de la literatura latina, y hasta la Antigüedad tardía se tuvo como obra ejemplar.

A finales del s. IV o principios del s. V, del círculo de Símaco surgió una edición mejorada que se conoce como el Virgilio Vaticano (Vergilius Vaticanus). Como indica su nombre, se conserva en la Santa Sede (Cod. Vat. lat. 3225; Vergilius Vaticanus).

Junto con las de Lucano y Claudiano, La Eneida sirvió de orientación a Coripo para su obra épica.

La tradición manuscrita fluye sin interrupción hasta la Edad Media, época en que se consideraba a Virgilio como el poeta por excelencia.
                                                                                         


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